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Contra el machismo, gastronomía

De Emilia Pardo Bazán a Julia Child pasando por Elena Santonja, una iniciativa reivindica en las redes sociales la importancia de las mujeres en el saber culinario, tradicionalmente despreciada por el sexismo.

Doña Emilia Pardo Bazán, feminista y gastrónoma, en su despacho de la Torre de Meirás
Doña Emilia Pardo Bazán, feminista y gastrónoma, en su despacho de la Torre de Meirás

Ya saben los lectores de El Comidista que soy muy ratón de biblioteca virtual y me dedico a divulgar acerca de la historia de la gastronomía. Lo que a lo mejor no saben es que mantengo una alianza no demasiado secreta con la gastrónoma Carmen Alcaraz del Blanco para conquistar el mundo, y ambas llevábamos un tiempo pensando en cómo reivindicar el papel femenino en la cocina. A lo largo de mis investigaciones en cuestiones del jamar y del guisar, me he encontrado con numerosos nombres femeninos que casi nadie conoce. Las trabas que han sufrido históricamente las mujeres para acceder al terreno laboral y académico o para que se reconocieran sus méritos en el ámbito intelectual han hecho que las aportaciones femeninas a la gastronomía fueran en gran parte silenciadas.

Basta con recordar que los Premios Memoriales que otorga cada año la Real Academia de Gastronomía llevan todos nombre de varón (algunos muy meritorios, otros en mi opinión discutibles) y obvian completamente a las mujeres de nuestra cocina. Cocineras profesionales, escritoras, divulgadoras, productoras, sumilleres, investigadoras … parece que no existieran. Las mujeres han sido no sólo la fuerza detrás de la alimentación familiar o la transmisión de la tradición culinaria, sino que han sido las que más han trabajado profesionalmente para divulgar la esencia de la cocina española. Los recetarios más vendidos del siglo XX fueron escritos por mujeres como María Mestayer (La marquesa de Parabere), María Josefa Alas Pumariño (autora de El ramillete del ama de casa o El Nieves y Simone Ortega.

Aprovechando que llegaba el Día Internacional de la Mujer, se me ocurrió usar Twitter para hablar del tema y en un momento planteamos la idea y el hashtag: #gastrónomas8M, una etiqueta para compartir datos, citas o recetas de mujeres que han marcado nuestra forma de comer. Podían ser anónimas o conocidas, aficionadas o profesionales, lo importante es que todas usaron la cocina como herramienta de expresión y espacio de independencia.

A partir de una ocurrencia a pequeña escala llegamos a ser trending topic gracias a muchísimos tuiteros (tanto hombres como mujeres) que compartieron historias de comida y bebida, anécdotas y nombres de gastrónomas antiguas y actuales, españolas y extranjeras. Es un modesto paso pero muy importante para visibilizar la importancia del trabajo femenino en la gastronomía. Ahora tendremos que pensar en algo aún más grande. ¡Vivan las mujeres, el chorizo y el vino!

Cuéntanos en los comentarios quién es tu gastrónoma favorita y por qué.

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